D. Ignacio López, Director de Mantenimiento de Barajas

Ignacio López - Opinión sector

D. Ignacio López dirige actualmente la División de Ingeniería y Mantenimiento del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, aeropuerto en el que con anterioridad ha dirigido las Divisiones de Conservación, Seguridad y Seguridad Operativa.

Con motivo de su master class en el postgrado executive en Gestión y Dirección Aeroportuaria y Aeronáutica de Madrid, hemos aprovechado la ocasión para conocer su opinión acerca de la Escuela, el máster y las recientes transformaciones de la infraestructura del principal aeropuerto español.

¿Cuál ha sido su primera impresión sobre el Máster en Gestión y Dirección Aeroportuaria y Aeronáutica?

Prefiero decir mis dos primeras impresiones, la primera la organización, y la segunda la participación e implicación de los alumnos.

¿Qué importancia considera que tiene la materia que usted imparte en el máster dentro de la industria?

Alguien ajeno a este mundo, podría pensar que poca, pero las cosas, no funcionan solas, y si funcionan es porque se mantienen. ¿Se imagina que pasaría si fallara la energía? Yo lo enfocaría desde dos puntos de vista, por uno el de la seguridad hacia las operaciones aeroportuarias y el segundo, de cara al servicio de calidad que se ofrece a las personas que transitan por los aeropuertos, incluyendo a trabajadores y tripulaciones

Dentro de su dilatada carrera profesional ha tenido que vivir muy de cerca la transformación de Barajas de un aeropuerto saturado a un moderno HUB con múltiples pistas e instalaciones que multiplicaron exponencialmente sus capacidades. ¿Cómo vivió esa transformación?

Cambiaría la forma verbal de la pregunta, para que sea ¿Cómo vive esta transformación? Con mucha intensidad, es una carrera de fondo que no acaba nunca. El crecimiento no tiene descanso, y hay que estar preparado constantemente. La posibilidad que se me ha dado de poder crear y hacer crecer el aeropuerto, es muy satisfactoria. Conseguir una operación segura y de calidad es un reto cada día, un desafío que atrae.

Dentro de la transformación de la que hablábamos anteriormente, ¿qué ha supuesto desde el punto de vista del mantenimiento aeroportuario de la infraestructura?

Como he comentado en clase, el aeropuerto tiene el mismo tamaño que el interior de la M30 de la ciudad de Madrid, es enorme. Cada día, cada minuto, algo pasa en algún lado, y eso hay que tenerlo controlado y funcionando. Con las dimensiones que son, diría que hay dos cosas fundamentales para que salgan bien las cosas: el orden y la implicación y profesionalidad de las personas que trabajamos allí.

Actualmente se está llevando a cabo un plan de reestructuración del HUB de T123 en el cual se ha modificado la capacidad de diferentes estacionamientos, se está reforzando la plataforma, se han modificado isletas y creado nuevas, recolocación del balizamiento, etc. Dentro de la División que usted gestiona, ¿cómo se plantean, se diseñan y se llevan a cabo todos estos cambios?

La división que yo llevo, sola, no hace nada. Todo es fruto de los engranajes que forman las diferentes divisiones del aeropuerto y los servicios centrales de Aena, con una coordinación y cooperación impecables. Entre todos, se estudian los problemas, y se proponen soluciones para ir creciendo, siempre con la idea de operar de manera segura y dando la máxima calidad a nuestros clientes.

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